Estudiantado nacional y padres y madres de familia deben alzar la voz y exigir avance de vacunación.
Crisis educativa en México es anterior a la pandemia.
Tras la decisión inminente del gobierno del presidente López Obrador de reanudar las clases presenciales pese a la situación de la pandemia, Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, llamó a los mexicanos a respaldar el pronunciamiento de organizaciones como la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) y la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para que se vacune a los estudiantes antes del regreso a clases y se ejecuten las obras materiales y sanitarias en las escuelas que lo requieran. Aseveró que no habrá regreso a clases mientras no esté vacunado el 70% de los mexicanos, incluidos todos los y las estudiantes mayores de 16 años.
“Si hoy nos limitamos a reanudar las clases presenciales en las mismas condiciones y con iguales o peores carencias, el rendimiento de los estudiantes será el mismo o más malo aún a causa de la pandemia. Eso sin contar con el elevado riesgo de contagio que tales precarias condiciones propiciarán con toda seguridad”, dijo el luchador social, a través de su video mensaje semanal, dirigido especialmente a padres de familia, estudiantes y maestros.
Atribuyó que la prisa en la apertura de las escuelas por parte del gobierno federal no obedece a una legitima preocupación ante el rezago educativo de los estudiantes, sino a la presión de organismos internacionales como el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) –que ubica al país en octavo lugar entre los países donde las escuelas han permanecido cerradas por más tiempo-así como un eventual uso político por parte del gobierno federal, como se demuestra en el actuar de la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez.
Al citar reportes de ese organismo de la ONU, el líder social indicó que se reconoce cómo el rezago educativo es mayor entre quienes “no pueden acceder a la educación a distancia o no de manera apropiada, es decir, los que viven en comunidades indígenas de alta marginación o no cuentan con internet o computadora en casa”, por lo que la crisis educativa en México es anterior a la pandemia, tal como lo indican los datos, en donde el 80% de niños y niñas de primaria tenían deficiencias en la comprensión de lectura y en matemáticas, cifra que empeora cuando hay falta de medios para acceder a la enseñanza virtual.
Además de la deserción escolar, daños físicos y emocionales a niños y jóvenes que son lógicos, el informe de UNICEF, indicó Córdova Morán, también es claro al señalar que la reducción o carencia total de ingresos de las familias, la marginación de comunidades y regiones enteras -al carecer no solo de internet, sino de electricidad, agua potable, drenaje y escuelas dignas-; la falta de teléfono celular, tableta, computadora y televisión en el hogar o la falta de vivienda con espacio suficiente para el estudio a distancia, son claves en el desempeño académico. “Estas carencias son decisivas en el aprovechamiento de cualquier tipo de educación y no solo en el estudio a distancia, y el retorno a las clases presenciales no los elimina ni evita sus efectos nocivos” dijo Córdova Morán.
Cuestionó cómo es que teniendo en cuenta este panorama de la situación educativa, UNICEF no se interrogue siquiera sobre la causas de este hecho y, en consecuencia, tampoco proponga nada para remediarla o sugerir medidas precautorias y pida el regreso a clases en uno de los países con el peor manejo de la pandemia, tal como lo prueban análisis como los del doctor en matemáticas Raúl Rojas, mexicano que es actualmente profesor de la Universidad Libre de Berlín, quien escribió en un diario de circulación nacional, sobre la magnitud del desastre sanitario, causa de que todavía no se puedan reabrir las aulas en el país.
Esta situación, dijo Aquiles Morán, alienta la sospecha de que la prisa se debe a la urgencia de mano de obra calificada para los grandes monopolios transnacionales que hoy dirigen y gobiernan el mundo, pues “sin educación no podrá ubicarse en la “economía del conocimiento”; no obstante, lo más lamentable en el caso de México, es el mutismo total del gobierno de Morena. “Ni la secretaria ni ninguna autoridad competente, empezando por el presidente, dice ni media palabra sobre las carencias que señala UNICEF (edificios escolares urgidos de mantenimiento mayor y menor, instalaciones eléctricas, drenaje y tuberías de agua nuevas, sanitarios seguros y funcionales, etc.), ni menos comprometen inversiones suficientes y rápidas para superarlas” sostuvo.
Celebró que sean padres de familias y organizaciones como la FNERRR, los que levanten la voz y exijan que se atienda a fondo este aspecto de la crisis educativa y les reconoció su postura sensata al igual que la de los padres de familias, pues claramente aceptan la urgente necesidad de regresar a clases, pero rechazan “la irresponsabilidad de quienes ordenan ese regreso sin ninguna medida sería para garantizar la salud, y tal vez de la vida de sus hijos estudiantes y también de sus familias, donde hay abuelos cuya muerte es segura en caso de contagio”.
Reiteró que cualquier propuesta relacionada con el tema educativo requiere de una discusión seria e informada de los especialistas e incluso de la opinión de estudiantes y padres de familia para minimizar los riesgos de contagios y muertes, por lo que condenó el hecho de que el gobierno federal y las autoridades educativas no tengan cómo, cuándo y dónde será el espacio en el que podrán discutirlo, tal como lo reconoció la propia secretaria de la SEP, y que en caso de tenerlo se trate de “una mentira más de una típica funcionaria morenista y nada más”.
Llamó al pueblo mexicano responsable y consciente, pero en especial padres y madres de familia y todo el estudiantado nacional, a hacer un frente nacional que recurra incluso a la protesta popular para que los doce puntos reclamados por la FNERRR y la Sección 22 de la CNTE de que se vacune a los estudiantes antes del regreso a clases, entre otras demandas, sean condición para un regreso a clases seguro.